¿Hace mucho que no limpias tu plancha? No te preocupes, es habitual que no dediquemos tiempo a estas labores. En este post, vamos a mostrarte que limpiar la plancha no es tan difícil como a priori parece. Si seguimos estos pasos, lo haremos enseguida.
Trucos para limpiar tu plancha
Tener la suela de la plancha limpia es clave para que la suciedad no pase al tejido. La cal suele quedarse en los agujeros de la suela de la plancha en forma de residuos. Cuando calentamos el aparato y la deslizamos por la ropa, aparecen unas motas blancas, nada agradables.
¿Cómo evitarlo?
Habitualmente la plancha tiene varias opciones que podemos utilizar:
- Función autolimpieza: empezamos por la más fácil. Cuando utilizamos el regulador de vapor, la plancha automáticamente limpia los sedimentos de cal. Utilízalo con frecuencia a la hora de planchar y evitarás que se acumule más cal de la cuenta.
- Función cal: hay modelos de plancha que, además, incluyen una función cal, ya que saben que esta es su principal enemiga. Este botón ayuda a eliminar partículas de cal de la cámara de vapor. Si el agua de tu región es muy dura, se recomienda utilizar esta función cada 15 días aproximadamente.
En Ufesa, la mayoría de los centros de planchado cuentan con sistema antical, algo fundamental para garantizar la durabilidad de la plancha.
¿Cómo funciona?
- Lo primero que tenemos que hacer es llenar el depósito de agua.
- Después, conectamos la plancha y seleccionamos el nivel de temperatura máximo.
- Cuando haya alcanzado la temperatura seleccionada, desenchufamos la plancha y la sujetamos sobre el fregadero.
- A continuación, con mucho cuidado, apretamos el botón de función cal y sacudimos la plancha en el aire.
- ¿Qué ocurrirá? Saldrá vapor y agua hirviendo, lo que arrastrará las partículas de cal y residuos.
Limpiar la superficie de la plancha
Una vez que hemos limpiado la plancha por dentro, toca limpiar la superficie de la suela. Es importante limpiar las posibles manchas que queden en la suela cuanto antes para que sea más fácil quitarlas.
Para ello, extendemos sobre la tabla de planchar un trapo de algodón seco y pasamos la plancha caliente a máxima temperatura. Si la mancha no ha desaparecido al pasar la plancha por el trapo de algodón, podemos terminar de limpiarla con un algodón, una vez se ha enfriado. Así eliminaremos los restos de almidón u otros residuos.
Mantener tu plancha libre de cal no solo prolonga su vida útil, sino que también asegura un planchado perfecto en cada uso. Con una limpieza regular, tanto de la suela como del interior, y guardándola correctamente, podrás disfrutar de tu pequeño electrodoméstico como el primer día. ¡Di adiós a las arrugas y a los residuos!
