Hay un momento en la vida en el que no hace falta pensar planes para los fines de semana. Tus amigos y familiares lo hacen por ti. ¡Vamos de boda en boda! En ese momento, la plancha vertical puede ser tu gran aliado.
Cuando una de nuestras compañeras nos contó que se encontraba en esa situación, le pedimos que nos dejara entrar en su casa y nos enseñará cómo se las arregla para repetir ‘modelito’ en las diferentes fiestas, a la vez que cuida sus vestidos.¿Quieres verlos?
Nos contaba que...
El año pasado visité muchas veces la tintorería. Este año, he descubierto las planchas verticales. ¡Me va genial para mis bodas y fiestas familiares! Es perfecta para planchar los vestidos de fiesta que he ido coleccionando, porque no necesita entrar en contacto directo con el tejido y así puedo ponerlos a punto sin miedo a dañar las telas delicadas.
¿Cómo planchar un vestido de gasa?
Aquí es cuando entra en juego la plancha vertical. Una vez tenemos todos los vestidos a mano, los ponemos en algún lugar práctico en el que nos resulte práctico poder utilizar la plancha.
Colgamos el vestido en su percha y ya lo tenemos listo para empezar. Llenamos el depósito de agua y encendemos la plancha.
No se necesita ninguna técnica especial. Solo tenemos que pasar el vapor por la prenda, para ver cómo desaparecen las arrugas.
Si nos encontramos con alguna arruga más resistente, podemos regular la cantidad de vapor.
Planchar vestidos delicados puede parecer un reto, pero con una plancha vertical es una tarea sencilla y rápida. No solo te permite cuidar tus prendas favoritas sin dañarlas, sino que también te ahorra tiempo y dinero al evitar visitas innecesarias a la tintorería. Así, puedes lucir impecable en cada boda o evento especial, con la tranquilidad de que tus vestidos estarán siempre perfectos. ¡Es hora de disfrutar de cada celebración con estilo y confianza!