Mantener la ropa blanca impecable requiere cuidados específicos. Separar las prendas por colores y tejidos, así como emplear productos de calidad, es esencial para evitar que pierdan su blancura natural. Si deseas que tus prendas blancas sigan luciendo como nuevas, aquí tienes algunos consejos prácticos para lavar, planchar y guardar adecuadamente tu ropa blanca.
Cómo lavar la ropa blanca
- El primer paso es separar la ropa según colores y tejidos. Las prendas delicadas deben lavarse por separado o junto a otras con características similares. Aunque popularmente se recomienda usar lejía para mantener la blancura, esta práctica, a largo plazo, puede causar un tono amarillento en las prendas. Por ello, es preferible optar por un detergente de calidad que respete las fibras y el color.
- La ropa blanca se beneficia de lavados con agua caliente y programas intensivos, siempre revisando las etiquetas para ajustar las condiciones de lavado a cada prenda. Antes de lavarlas, trata manchas en cuellos, puños y bajos con limpiadores de oxígeno activo o lejía diluida. Aunque en el pasado se utilizaba un barreño con lejía al sol, hoy los detergentes modernos facilitan el proceso.
- Evita lavar sábanas y toallas juntas para prevenir que las pelusas de estas últimas se adhieran a las primeras. También, tiende las prendas blancas lo antes posible para evitar malos olores y conservar el aroma del detergente
El mejor modo de tender la ropa blanca
Tender la ropa blanca al aire libre es lo ideal, ya que los rayos ultravioleta del sol ayudan a preservar su blancura natural. Sin embargo, la ropa de color debe secarse en sombra, pues la exposición directa al sol puede desvanecer sus tonalidades.
Consejos para planchar y guardar la ropa blanca
A la hora de planchar, utiliza un centro de planchado para eliminar arrugas con facilidad y mantener la frescura de las prendas. Tras el planchado, deja que las prendas se enfríen antes de guardarlas. Para un aroma fresco, complementa el detergente y suavizante con hojas de laurel, pastillas de jabón o pañuelos perfumados en los cajones o armarios.
Siguiendo estos sencillos pasos, tus prendas blancas se mantendrán impecables, suaves y con un aroma agradable por más tiempo. Lavar, planchar y guardar adecuadamente no solo evita que se vuelvan amarillentas, sino que también prolonga su vida útil. ¡Disfruta de tu ropa blanca como nueva temporada tras temporada!